miércoles, 12 de septiembre de 2007

RUINAS DE UN PALACIO
Carencias de servicios básicos en la comunidad son el pan de cada día

Con una amplia extensión territorial, en el municipio de Santo Domingo Oeste, se encuentra la comunidad de Engombe, un lugar poco conocido por la población dominicana a pesar de las reservas históricas que desde la formación de la República guarda en sus rincones.

Orígenes

El nombre de Engombe proviene desde cuando se fundó el ingenio Santa Ana, en el siglo XV1, por Pedro Vásquez y el genovés Esteban Justinian, quienes construyeron hormas de azúcar, donde laboraban africanos que llamaban Engombe a los ganados de bueyes.

Sin lugar a duda, esta parte –donde están las ruinas del Ingenio- constituye la reserva histórica más importante de la comunidad, debido al conjunto de edificaciones que posee, formada por cuatro estructuras básicas, que son: la Casona o Palacio, la Iglesia, el Galpón o Almacén, que se usaba para esclavos y al fondo, el Trapiche.

Engombe desde su fundación ha tenido varios dueños. Primero fue propiedad de una francés apellido Angulo, luego en 1922, cuando la invasión haitiana a nuestro país, el presidente Boyer cedió a 42 esclavos de ese país esas tierras para que las trabajaran. Más adelante, Trujillo se adueñó de ellas y luego de la muerte de éste, pasó a manos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en el año 1963.

En esa fecha se le encomendó al ingeniero José Ramón Báez López la restauración de los terrenos para ser utilizados como campo de experimento de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de la UASD, llamándola “Finca Experimental de Engombe”.

Comunidad el “Palacio de Engombe”

Dentro del territorio de Engombe se encuentra una comunidad llamada “Palacio de Engombe, donde se encuentra ubicado el Ingenio de Santa Ana, la cual está situada a 500 metros del peaje de la autopista 6 de noviembre que conduce desde la ciudad de Santo Domingo hacia la provincia San Cristóbal y limitada por las caudalosas aguas del río Haina.

La población del Palacio de Engombe se ha conformado producto de que a finales de la década de los años 80s esos terrenos fueron vendidos a precios considerables a los servidores de la universidad del Estado.

Economía: carencia de servicios básicos

Con la construcción de la autopista 6 de noviembre en la década del 90 y el establecimiento del peaje posteriormente, aumentó la plusvalía de las propiedades en el sector, es decir, adquirieron mucho valor. Asimismo, un Proyecto de Viviendas que tiene pendiente de realizar la UASD, lo incrementa más.

A pesar de eso, el Palacio de Engombe sólo cuenta con 410 personas, quienes viven distantes unos de otros, lo cual ha dificultado que obtengan los servicios básicos de la comunidad, tales como el agua, teléfono, telecable, Internet, entre otros.

Los pobladores le atribuyen la falta de desarrollo a la despoblación que impera en el Palacio de Engombe, tal y como lo indica Silvio Cabral, con 35 años de residencia en el lugar, quien explicó que “a pesar de las reservas históricas, la falta de personas impide el desarrollo de lugar”.

Los comunitarios carecen del servicio de agua potable, teniendo que recurrir a la construcción de cisternas, las cuales tienen que ser llenadas para el consumo diario, donde un camión del preciado líquido cuesta hasta 900 pesos.

Además, el Palacio de Engombe no tiene sus calles asfaltadas y algunas no tienen trochas, tampoco hay líneas telefónicas para la comunicación nacional e internacional, ni para instalar el telecable o para establecer el sistema computarizado de Internet. Al parecer es poco rentable para las compañías que brindan estos servicios.

Educación

En lo que respecta a la Educación, esta localidad carece de escuela, liceo o colegio, los jóvenes para recibir el pan de la enseñanza tienen que dirigirse hacia otras comunidades, siendo la escuela Iván Guzmán Klang la más cercana y está ubicada a varios kilómetros del lugar.

Lilian Ortega, presidenta de la Junta de vecinos, opina que “el problema del Palacio de Engombe recae en la desintegración de los residentes”. Aspira a que al final de su gestión la comunidad adquiera desarrollo en el ámbito de educación, obtenga agua y seguridad en la zona.

En el lugar aún se mantiene la instalación de la Pecera, que era utilizada para la cría de peces, la cual se encuentra abandonada a su suerte.

A pesar de todas estas vicisitudes, el Palacio de Engombe cuenta con algunas instalaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, como es un establo donde se crían vacas, a las cuales se les extraen la leche para llevarla hasta la planta procesadora de queso. Ambos productos son vendidos a sus servidores a precio módico por la academia de estudios superiores.


2 comentarios:

dominicano dijo...

excelente reportaje...

Anónimo dijo...

grasias x decir cosa positivas de mi sector :):)